Según ha explicado a Efe el presidente de la CECRV, Amancio Moyano, los 54 consejos reguladores que conforman la organización están dispuestos a colaborar en las acciones que se lleven a cabo para aumentar el consumo nacional de vino que actualmente se sitúa entre 16-18 litros per cápita y año, mientras que en otros países vecinos con tradición vitivinícola alcanza los 40 litros.
"Sabemos que no se trata de un objetivo fácil, pero es una asignatura pendiente que nos compete a todos", ha subrayado Moyano, quien ha avanzado que los jóvenes centran gran parte de las acciones que se están estudiando y que se concretarán en próximas reuniones, ya que la edad media de inicio en el consumo del vino está en torno a los 30 años.
Entre los factores que han podido influir en el descenso del consumo de vino, el presidente de la CECRV ha señalado que es "muy complejo" determinarlo, aunque ha aludido a los controles de alcoholemia y al elevado precio del producto en bares y restaurantes que, en algunos casos se multiplica por tres o por cuatro respecto al de la bodega.
De cualquier forma, Moyano ha considerado "muy extraño" que, en un país con tanta e importante tradición vitivinícola, se consuma menos que en otros países sin ninguna tradición como Holanda, donde se alcanzan los 19 litros por persona y año.
Por otro lado, el responsable vitivinícola ha destacado la buena calidad de la uva recolectada en la última campaña de vendimia, que, según los datos del Ministerio de Agricultura, oscilará entre los 39 y los 40 millones de hectólitros frente a los "desorbitados" 53 millones de la anterior.
Este descenso, a juicio del responsable de la CECRV, es positivo porque evitará "el desequilibrio entre la oferta y la demanda registrado en la pasada campaña, provocando excedentes y falta de rentabilidad tanto para los viticultores como para las bodegas".
Además, ha concluido Moyano, "mayor calidad y menor cantidad nos ayuda a ser más competitivos".
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