miércoles, 22 de octubre de 2014

El cava catalán teme una fuerte caída de ventas por el 9-N en vísperas de la campaña navideña

El sector del cava está en alerta máxima. La proximidad de la consulta soberanista del 9-N, en vísperas de la campaña de Navidad, puede hacer saltar por los aires todas sus expectativas de negocio. "Estamos muy asustados por lo que pueda pasar. Hay una gran preocupación, especialmente entre las grandes compañías, que venden la mayor parte de su producción en España", aseguran en el sector. 

La llegada de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat de Cataluña en 2010 y su estrategia soberanista durante estos últimos años ha supuesto ya un duro golpe para las bodegas.

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El cava acumula una caída en los últimos siete años del 20% -en 2006 se vendieron más 101 millones de botellas y en el último ejercicio esa cifra ha quedado reducida a 81,4 millones- y lo peor es que el descenso se está acentuado, justo desde la presencia de Artur Mas en la Generalitar.

En 2010, de hecho, y tras varios años de caída, el mercado interior consiguió repuntar y alcanzó 95,6 millones para volver a caer después con fuerza. Freixenet ha tenido que replegar ya su actividad comercial en el conjunto del país y Codorníu registró el ejercicio pasado unas pérdidas de 5,9 millones, en el peor año de ventas en España de su historia reciente.

Pedro Bonet, presidente del Consejo Regulador del Cava y hermano de José Luis Bonet, presidente de Freixenet, admite que, "al margen de la crisis económica, es cierto también que hay un boicot comercial que nos ha hecho daño".


Bonet prefiere no pronunciarse sobre la evolución del sector durante los próximos meses -en el primer semestre la caída se ha ralentizado algo, con una caída de sólo el 0,43%, a la espera de la campaña de Navidad-, pero admite su preocupación por la escalada de la tensión política.

Acuerdo político

"Es evidente que la escalada de la tensión podría afectarnos. Lo que nosotros reclamamos como sector es que los políticos establezcan un diálogo y lleguen a un acuerdo. Mientras tanto, no nos queda otra salida que seguir trabajando por el futuro de nuestro sector y de nuestras empresas", dice Bonet.

El consejo regulador del cava no desglosa las ventas por comunidades autónomas, sino por zonas de ventas. Sin embargo, sí que diferencia las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Y en la capital de España, el hundimiento de las ventas de la bebida espumosa sería, en teoría, más fuerte.

Según los datos de la consultora AC Nielsen, si hace cinco años Madrid representaba un 10,5% de las ventas, ahora apenas supone un 6,9% y con una tendencia además de forma clara a la baja, según todas las fuentes consultadas.

Eso significaría que desde 2009, justo antes de que CiU ganara las elecciones autonómicas, las ventas del cava se han desplomado un 40%, pasando de 9,2 millones de botellas a tan sólo 5,6 millones.

Bonet insiste, no obstante, en que AC Nielsen trabaja con muestreos y que "la caída en Madrid no es tan acentuada". De hecho, la sitúa en una proporción similar al del resto de España, de alrededor de un 20% en los últimos años, lo que ha llevado al sector al nivel de ventas de hace 30 años.

Llama la atención, no obstante, que también hay un descenso en el área metropolitana de Barcelona, que pasa de consumir 20,7 millones de botellas, -el 23,5% del total-, a 18,6 millones -un 22,9%-. Es un descenso mucho menor que el de Madrid, pero aun así supone una caída del 10,1% de las ventas en tan sólo cinco años.

El Consejo Regulador del Cava no dice cuáles son las ventas en Cataluña, pero podrían equipararse en líneas generales con lo que se califica como al área nordeste, donde hay un ligero crecimiento, al pasar de 19,6 millones a 19,8 millones de botellas.

El mercado catalán, en su conjunto, representaría así ya el 24,1% de las ventas de cava en toda España. En cuanto a las demás zonas, el cava cae también en el sur, el centro y el nordeste de España- fundamentalmente, en las dos Castillas, Andalucía y Galicia-, pero crece en cambio en la Comunidad Valenciana, Navarra y el País Vasco, entre otras regiones.

En conjunto, el sector ha conseguido, en cualquier caso, amortiguar el fuerte descenso registrado en España con un mayor incremento de las ventas, tanto en la Unión Europea como a terceros países, con lo que las ventas totales se han resentido tan sólo un 1,4% desde 2010, al pasar de 244,8 millones de botellas a 241,3 millones.

Entre los distintos mercados a donde llegan los productores de cava, el mayor crecimiento se ha producido en Europa, al pasar de 110,6 millones a 117,8 millones de botellas. De forma parecida, en el resto del mundo se ha pasado también en el mismo periodo de 38,5 millones a 42 millones de botellas.













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